Plásticos que salvan vidas: el valioso papel de los plásticos en la sociedad

Ing. Jesús Alberto Serrano Zarza Coordinador de Planta Piloto Tecnológica y Asistencia Técnica en Polímeros (GT-ATP) CIPA

Los materiales plásticos se han convertido en una parte integral de la sociedad moderna y su uso se ha extendido a numerosas aplicaciones. Así los plásticos han permitido extraordinarios avances en la medicina, han mejorado la seguridad y eficiencia en la industria automotriz y aeronáutica, han permitido suministrar agua potable a comunidades necesitadas, han contribuido a la revolución de las comunicaciones y han ayudado a prolongar la vida útil de los alimentos, entre otros extraordinarios aportes. Podemos afirmar entonces que, gracias a la ciencia y la tecnología, los plásticos han contribuido y siguen contribuyendo a salvar vidas.

Y se pueden citar muchos ejemplos de cómo los plásticos han estado salvando vidas, en innumerables formas, durante décadas. En 1869, John Wesley Hyatt desarrolló un sustituto del marfil utilizando celulosa natural del algodón, lo que disminuyó la matanza de elefantes para quitarles sus colmillos. Por otra parte, actualmente: los cascos de seguridad, las bolsas de aire de los automóviles y muchos suministros médicos están hechos de plástico, lo que ayuda a proteger a las personas de lesiones y enfermedades.

 

Y en el caso de los empaques y embalajes, las botellas y botellones de agua plásticos, sustituyeron al vidrio, y permitieron llevar agua limpia a áreas de difícil acceso, sin riesgos de accidentes y con mucho menor peso, ayudando a prevenir enfermedades que se transmiten por el agua. Y si se habla de los alimentos frescos, los empaques plásticos multicapa reducen la pérdida de los alimentos y ayudan a millones de personas a librarlas del hambre. Esto último es notable, considerando que, de acuerdo al Science History Institute de Filadelfia, cada año se pierden o desperdician, aproximadamente, un tercio de los alimentos producidos para consumo humano.

Los plásticos también ayudan a la salud humana, haciendo que los hospitales sean más seguros, ya que están presentes en muchos dispositivos médicos, tales como jeringas, catéteres, bolsas para sangre y suero. Los plásticos también se han utilizado para fabricar equipos y suministros médicos, muy diversos, como guantes, protectores faciales, mascarillas y batas, que han sido fundamentales en la lucha contra el COVID-19. También hay plásticos de grado médico, que son esterilizables, para accesorios utilizados en exámenes e intervenciones quirúrgicas, como en odontología, y en piezas tan delicadas como las prótesis.

Además, los plásticos pueden ayudar a ahorrar energía, al reducir el peso de automóviles y aviones, que se traduce en menor consumo de combustible y producción de agentes contaminantes. Otro ejemplo, viene de la National Highway Transportation Board (USA), sobre el uso de los airbags, cinturones de seguridad y sillas para niños, que contribuyeron a salvar más de 600.000 vidas entre 1960 y 2012 en materia de seguridad. Por su parte, la British Plastics Federation (Reino Unido) estima que se han salvado más de 3.000 vidas de agentes de policía, en los últimos 30 años, gracias al uso chalecos antibalas y a las piezas de plástico resistentes que llevan las patrullas policiales. Los vehículos más livianos y aerodinámicos reducen el consumo de combustible y la emisión de gases contaminantes, lo que tiene un impacto significativo en el medio ambiente.

Según la misma British Plastics Federation, los plásticos solo consumen el 4% de la producción mundial de petróleo como materia prima, y la producción de la mayoría de los productos plásticos no consume mucha energía en comparación con los metales, el vidrio y el papel. Reciclar una tonelada de plástico también ahorra 5.774 kW-h de energía, suficiente para cargar una batería de automóviles Tesla más de 100 veces.

Sin embargo, la cantidad de plástico utilizado también es un problema importante. El plástico es un material que tarda cientos de años en descomponerse, lo que significa que cada pieza de plástico que se ha producido todavía existe en algún lugar del planeta. Además, muchos plásticos no se reciclan adecuadamente y terminan en vertederos, ríos y océanos, lo que daña el medio ambiente y la vida marina. De acuerdo a un informe del Foro Económico Mundial, se estima que para 2050 habrá más piezas de materiales plásticos en el océano que peces.

Es por ello que hoy en día la industria del plástico se encuentra liderando un esfuerzo influyente en ámbitos de reciclaje y compostaje para disminuir el impacto de los desechos plásticos en el medio ambiente. Si bien los desechos plásticos son una preocupación ambiental importante, los esfuerzos para reducir la cantidad de plástico utilizado y aumentar el reciclaje y la reutilización de materiales plásticos son cada vez más importantes. Los bioplásticos provenientes de fuentes renovables y naturales (como almidón de maíz y fibra de madera) se han promocionado como una gran alternativa, aunque aun queda mucho desarrollo para que éstos alcancen el desempeño (y los costos) de los plásticos convencionales.

Muchos gobiernos y empresas están implementando legislaciones y programas de reciclaje y aumentando la conciencia pública sobre la importancia de la recuperación de los materiales plásticos. En Chile, la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP) y la Ley de Plásticos de un Solo Uso están teniendo un impacto significativo en la fabricación y comercio de productos plásticos a nivel nacional. Y aún queda mucho por avanzar. También se están desarrollando nuevos sistemas de reciclaje y tecnologías para hacer que dicho proceso sea más eficiente y rentable.

En estos aspectos del reciclaje y la economía circular, el papel de la academia y de los centros de investigación, como el CIPA (Centro de Investigación de Polímeros Avanzados) y su empresa de servicios técnicos, GT-ATP (Gestión Tecnológica y Asistencia Técnica en Polímeros), juegan un papel muy importante, pues día a día trabajamos en brindar soluciones sustentables y en crear nuevos materiales eco-amigables para la industria del plástico. También trabajamos en la implementación de proyectos que buscan desarrollar sostenibilidad social y ambiental entre los sectores productivos y residenciales, como es el caso del Proyecto Basura Cero, que en su etapa piloto busca reducir hasta en un 60% los desechos que se generan en las comunas de Arauco y Curanilahue, lo que beneficiará a más de 170.000 personas de la Provincia de Arauco, Región del Biobío.

En conclusión, los plásticos han tenido un impacto significativo y positivo en nuestra sociedad y han salvado innumerables vidas, pero es necesario que sigamos innovando en la producción de plásticos más sustentables y que se promuevan prácticas de reciclaje y reutilización, a fin de reducir la cantidad de plásticos que terminan en el medio ambiente. Con esfuerzos combinados de individuos, empresas y gobiernos, podemos encontrar un equilibrio entre los beneficios de los plásticos y la necesidad de proteger nuestro planeta y la vida en él.

Para cualquier proyecto o idea sobre reciclaje de materiales plásticos pueden comunicarse con GT-ATP, a través de los correos contacto@cipachile.cl o contacto@gt-atp.cl o sino por la web site www.cipachile.cl.